Siempre tuya.

Una noche cualquiera.

Siendo las seis de la mañana, no podía dormir y mi cabeza da vueltas y más vueltas, hay muchas cosas en las que pensar, hay muchas cosas que no me dejan dormir.

Me acurruco a tu espalda, siento tu calor en mi e intento dormir, pero no puedo, mi mente sigue dando vueltas, mi mente al final me hace llorar...

Mis lágrimas llenan la cama mientras dormido sin saber lo que pasa te mueves, me sientes, me coges de la mano y me aprietas contra ti.

Allí en mitad de la noche tu mano con la mía cierro los ojos y suspiro. La calma viene a mi, mi mente deja de dar vueltas, muchas de mis preguntas se resuelven.

Y allí en nuestra cama mi cuerpo termina descansando. Mañana será otro día.

Te quiero pequeño.

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