La cita
Estoy nerviosa y no doy pie con bola... Doy vueltas por la habitación. ¿Qué me pongo? La falda negra con una blusa informal, el vestido azul o me pongo unos vaqueros con un buen escote. No hay manera de decidirme y sin esto creo que tampoco se como maquillarme. No voy a ir maquillada de rojo putón y vestida formal. Me meto en la ducha sin dejar de pensar en que me voy a poner, mientras me ducho solo hago que pensar en todo lo que ya he hablado con Nacho, sabemos lo que nos gusta, como nos gusta y casi en los momentos que más nos gusta, pero las citas siempre son imprevisibles, aunque hayas hablado meses nunca pasa como imaginas, pero mi cuerpo reacciona y mientras mis manos llenas de espuma van recorriendo mi cuerpo se me eriza la piel. Rozo mis pechos y mi sexo palpita. Cierro mis ojos, me acaricio, siento mi calor que en el fondo también es el tuyo, mi imaginación vuela, pero no es el momento. Me seco el pelo y sin más vuelvo al dilema de la ropa, el armario abierto y la mita