Suena... Hoy que no estás.. segunda parte.

Abres la puerta sólo tapándote con la toalla, le saludas pero no habláis y pasa la habitación, vestido con su traje negro, con un maletín en la mano, sonrío al verle, le conozco, bien, muy bien.

Y según entra en la habitación me pongo de rodillas en el suelo, mirando fijamente sus ojos. Se acerca a mi, permanezco en total silencio y la mirada totalmente fija. Pregunta ¿Has disfrutado ya puta? respondo con un hilo de voz, si señor. Me coges del brazo, me zarandeas y me dices alto sin gritar "más alto", mi piel se eriza, mis ojos se apartan y tu mano acompaña a mi barbilla para que vuelva a mirarte. Ahora ya sale más voz de mi.. " Si mi señor"

Y me abrazo a su cadera y roneo como un gato en celo, como se que más le gusta. Le miro y sonrío, me devuelve la sonrisa, toca mi mejilla y me dice "buena chica" Se dirige hacia la cama y yo detrás de él le sigo a cuatro patas por la habitación. Cuando para se sienta en la cama y me hace subir a sus rodillas. Una vez totalmente expuesta saca una pala y comienza a azotarme. Cuento.. uno gracias señor.. dos gracias señor.. tres gracias señor.... ..... ..... veinte gracias señor.

Me dejas que me acomode en el suelo le miro y sonrío. me acaricias la cara, bajando a mis pechos me aprietas y suspiro (duele) los aprietas fueres y los retuerces. Esperas que te diga la palabra pero aguanto, soporto..  Me levantas con ellos en tus manos y me tumbas en la cama. Y hace que tu te pongas a mi lado que me beses pero que yo no pueda hacer nada..

Abres el maletín y empiezas a sacar cosas, cuerdas, palas, consoladores y.. la hitachi. Un suspiro sale de mi, la última vez que la usaste sufrí el correrme una y otra vez sin poder moverme. Mi imaginación vuela y deseo que empieces para saber que me vas ha hacer.

Mi primer acompañante sigue a mi lado sus besos por mi cuerpo en ocasiones me hacen cosquillas, se que pasará si me muevo o me río e intento no moverme pero a veces me lo pone muy difícil y termino por reírme y moverme. Tu cara lo dice todo, era lo que querías, sonríes y dices.. "ahora es mi turno"

Me coges del brazo y me sientas en una silla, me atas los pies teniendo las piernas muy abiertas y las manos por detrás. Inmovilizada ya soy toda vuestra. Y ambos me miráis, pero dura poco mi vergüenza, no quieres que mire y me vendas los ojos.

Y vuelve a sonar..

"Si no puedo verte, no quiero paisaje
Si no me acompañas, ¿dónde voy a ir?
Si no podré volver jamás a acariciarte
Seré como una orilla sin mar, sin oleaje y brisa"

Continuaremos.. 

Comentarios

  1. Un excitante relato para una mañana de confinamiento.
    Me encantó.
    Felicidades
    Besos

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  2. Uyyy yo te li conte en diverrrnus

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  3. Mucha evolución... Ya te has liberado de tus ataduras. Vuelas libre... Pero cuidado... No vueles muy alto o como Ícaro, el Sol será tu "perdición". Pero como siempre es mejor vivirlo... Que arrepentirse por no hacerlo.

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