Un masaje...

Un día cualquiera a unas horas poco normales, un buen amigo con el que me reencontré hace muy poco tiempo.

Un local liberal totalmente nuevo para mí, me siento extraña hace mucho, pero mucho que no me desnudo delante de él y al entrar en el local y tener que desnudarme mis nervios cada vez se incrementan más.

Me enseñas el local, como aquella primera vez que pisé otro de ellos, en este caso casi no se ve nada y más de una vez pensaba que te perdía delante y me quedaba a solas, pero siempre estabas allí. Después de aquella vuelta nos metemos en una sala con una camilla de masajes, allí me tumbo y noto como cierras la puerta justo detrás.

Me tumbé boca abajo, aunque es un masaje que terminará siendo poco habitual, hay que empezarlo siempre por la espalda, tus manos van recorriendo mi espalda tapando poco a poco cada poro de mi piel con el aceite que usamos para el masaje.

En realidad solo de pensar cómo se va a calentar todo, yo estoy cada vez más excitada. No sé si lo notas, pero yo estoy cada vez más caliente.

Tus manos pasan de vez en cuando por mi trasero y siempre que pasa eso mi respiración se hace más profunda y se vuelven suspiros, pequeños jadeos acompañados de respingos de mi cuerpo al sentir que cada vez está más cerca del momento que estaba esperando.

Y finalmente una lengua atrevida se mete entre mis nalgas, la siento húmeda, dura,con muchas ganas de darme placer y aunque juegas con mi trasero volvemos a los masajes y después de otro poquito más a mí trasero de nuevo.

Estoy realmente excitada, muchísimo me giro y disfrutamos de nuevo del masaje, esta vez acompañado de besos, caricias, lametones que llegan a lo más profundo de mi y te siento, me sientes y sigues excitándome cada vez más, poco a poco mi cuerpo llega al extasis, lo volviste a conseguir, después de tanto tiempo me sigues poniendo, me sigues excitando.

Los dos estamos sudando, hemos subido muchísimo la temperatura de la pequeña sala, decidimos darnos una ducha....

Continuará...

Comentarios

  1. Dar un masaje es una sensación excepcional, me encanta dar masajes, considero que es muy sensual a la par que placentero.
    solo deslizar mis manos untadas en crema por un cuerpo femenino me excita, siempre que puedo lo hago.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mi la verdad es que los masajes me encantan.. sobre todo que me los den... sentir resbalar unas manos sobre el cuerpo es totalmente especial..

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Suena... Hoy que no estás.. segunda parte.

La cita

Mi primer trío con una pareja...